[resumen.cl] Los puños frente al cañón de Orlando Lübbert y Gastón Ancelovici (fallecido en 2017) ha sido puesta a disposición del público por la Cineteca de la Universidad de Chile. La película constituye un ensayo histórico referido a sucesos que han determinado la historia del pueblo chileno y de cómo sus incesantes intentos de conquistar mejores condiciones de vida han sido aplacados por la oligarquía y Estados con intereses en usufructuar bienes nacionales, sirviéndose de las Fuerzas Armadas para ello.

Los puños frente al cañón fue estrenada en el Festival Internacional de Cine de Berlín de 1975, luego que sus directores lograran sacar el material del país posteriormente al Golpe de Estado de 1973. Si bien la Cineteca la había restaurado el 2010, la película no se había liberado para ser visionada a través de internet. En una entrevista divulgada por Radio Universidad de Chile, Lübbert, quien también es el director de Taxi para tres, declaró:

Nosotros sabíamos desde mucho antes el peligro que corríamos, había rumores de golpe y lo cierto es que andábamos con el material para todos lados. Luego del golpe todo se complicó, pero Gastón (Ancelovici) estaba casado con una francesa, tenía pasaporte francés y tenía esa protección, a veces incluso dormía en la embajada, pero yo no tenía nada. Fue el director Sergio Castilla y su mujer que era sueca quien me hizo el contacto con el embajador sueco, a quien le planteé la necesidad de sacar ese material al igual que el de La batalla de Chile, de Patricio Guzmán, que en esos momentos estaba preso en el Estadio Nacional. Logramos sacar las cajas, que vendríamos a encontrar al año después, cuando logramos salir de Chile….

Ante la pregunta de cómo se podría interpretar Los puños frente al cañón en el contexto actual, respondió:

[…] Si quieres entender a Chile tienes que entender los años 30 y escuchar lo que decía Marmaduque Grove y luego lo que decía Allende, es igual. La figura de Arturo Alessandri es lo mismo que vemos hoy, un tipo de derecha vestido de social demócrata, apelando al pueblo y a la lucha social, pero de la boca para afuera. Hoy veo cómo se repite todo en el lenguaje, en la misma ignorancia histórica y me parece terrible…

Para explicar por qué la película no se difundió antes en el país, Lübbert explicó al medio que

Chile no es un país interesado en rescatar la memoria. La televisión chilena nunca pasó ni esta ni La batalla de Chile, ni ninguna película de ese tipo, incluso con gobiernos progresistas. Ese es uno de los grandes pecados de lo que se llamaba la izquierda chilena y es lo que ahora están pagando, cuando la Concertación tuvo el poder nunca se atrevió a hacerlo. Hice una de las primeras películas sobre Colonia dignidad y cuando volví a Chile en 1995 y surgió el tema porque la huida de Paul Schäffer, mandé la película a TVN y el señor (René) Cortázar nunca me contestó, nunca me pescaron, yo no quería había de plata, la idea era que la película se difundiera y ese era el momento. lamentablemente nuestro cine sigue mirando al norte, sigue pendiente de el Oscar y de Hollywood. El cine es un mecanismo de culturización y desgraciadamente nosotros seguimos viendo lo que EE.UU. quiere que veamos. Yo he hecho cine político y siento orgullo de haberlo hecho porque no es fácil, pero no es lo que los chicos quieren hacer hoy.

El relato histórico de Los puños frente al cañón comienza con las reivindicaciones reprimidas de los obreros del salitre, entrevistando para ello al obrero y exmiembro de la entonces Federación Obrera de Chile, Carlos Reyes, quien cuenta sus recuerdos de la matanza de la oficina de San Gregorio y también otro obrero hace una sencilla semblanza de Luís Emilio Recabarren, fundador de tal organización. La obra está hecha fundamentalmente a partir de imágenes de archivo y repasa hitos históricos como La Sublevación de la Escuadra, la declaración de la República Socialista y el proceso en que la tutela imperial pasa de ser inglesa a estadounidense.