Flavio Araneda Hidalgo / resumen.cl

En el primer día de paralización convocado por la Confusam, la dirigenta y trabajadora del CESFAM Paulina Avendaño de Talcahuano, Ana María Vidal, se refirió al escenario actual de la movilización nacional, la cual se realiza para expresar el rechazo de los y las trabajadoras a los intentos de Gobierno de imponer un reajuste que podría representar una disminución en el salario real del 2018.

-¿Por qué la Anef, Asemuch, Ajunji, Fenats, Unitaria Fentess y Fahuech han rechazado la posibilidad de paralizar para presionar al Gobierno en la consecución de las exigencias de esta negociación?

-Entendemos que existe un quiebre dentro de la Mesa del Sector Público, no todos los gremios están dispuestos a movilizarse. La CONFUSAM es un gran representante de la mesa con 44 mil asociados, sin embargo, el momento actual de elecciones políticas trae como consecuencia que la ANEF, entre otras, cumplan con los propósitos partidistas por sobre los derechos de los trabajadores, para no provocarles problemas al Gobierno. Nosotros manifestamos que debemos ser autónomos de cualquier partidismo, lamentamos que existan dirigentes que tengan su total preocupación por las elecciones y no por los trabajadores.

-Hace algunos meses, ustedes mismos anunciaron la necesidad de presionar al Gobierno para iniciar lo antes posible las negociaciones y tener un mejores condiciones para presionar por las demandas de los trabajadores. Qué ha ocurrido en esta negociación.

-En Junio comenzó esta negociación a raíz de un congreso en que la presidenta de la CUT se comprometió a idear una estrategia efectiva para negociar con el Gobierno para fines de este año. Sin embargo, fue un mero discurso sin un compromiso real. Entonces, el poder Ejecutivo [a través de los dirigentes adscritos a sus partidos políticos] se encuentran dilatando este proceso, lo que consideramos grave, pues la movilización es la herramienta de presión en una negociación.

-El contubernio entre el Gobierno y las dirigencias de los gremios públicos es manifiesto. ¿Cómo opera este vínculo y cuál ha sido el rol de las y los trabajadores hasta ahora?

-La disposición siempre ha sido a movilizarnos, esto se refleja que hoy el 98% de los trabajadores se encuentran movilizados en esta Federación. Proponemos que esto no es un paro radical, ya que no dejamos de atender los casos de urgencias, existe la entrega de medicamentos, hay matronas para atender las horas de mujeres con recién nacidos y embarazadas, también hay un dentista de urgencias. Sabemos que nuestro enemigo no es la gente, ni los pacientes, ni los vecinos, nuestra rebeldía es en contra del Estado de Chile, ya que nos someten a esta situación año tras año cuando debe haber un actitud de llegar a acuerdos.

-Junto a la amenaza de que los trabajadores públicos terminen por obtener el 2018 un salario real menor que el 2017 o que éste sea ínfimamente superior. A qué otras situaciones se condenan los trabajadores, lo luego de mostrarse así de desarticulados e impotentes y cuál es el llamado que hacen ustedes.

-Existe una situación de desencanto con esta situación, ya el año pasado hubo un congelamiento de los salarios, sabemos que el IPC no representa los bienes e insumos que tenemos los trabajadores. No nos convence que haya sido de un 1.7% [de aumento salarial], como dijo el Gobierno. Esto influye directamente en el sistema de salud en Chile. Por eso llamamos a la unidad de todos los trabajadores.