[resumen.cl] El hecho ha sido expuesto como parte de la profunda crisis del sistema carcelario de Ecuador relacionado no solo con una sobrepoblación de hasta el 30%, sino también por la permanencia de lógicas de corrupción por parte de los agentes del Estado al interior de los recintos.

Este martes inició un motín al interior del Centro de Privación de Libertad Número 1 en Guayaquil, el cual fue acompañado de la utilización de armas de fuego y la detonación de explosivos al interior del recinto que provocaron la muerte de más de 100 personas privadas de libertad.

Fue recién este jueves cuando autoridades del país anunciaron el control del recinto interviniendo con 900 agentes policiales luego que el presidente Guillermo Lasso decretara a nivel nacional un estado de excepción que rigió al interior de las cárceles ecuatorianas.

En esta línea, Lasso justificó su decisión «por grave conmoción interna en todos los centros de privación de libertad que integran el sistema de rehabilitación social a nivel nacional, sin excepción alguna, por el plazo de 60 días desde la suscripción de este decreto ejecutivo».

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El motín habría tenido su origen a partir de enfrentamientos de bandas presentes al interior del recinto penitenciario, las cuales poseían gran poderío de fuego.

Desde el martes familiares de las personas internas en la cárcel se apostaron en las afueras exigiendo conocer la situación actualizada, donde finalmente se informó que fueron 118 personas asesinadas de las cuales seis fueron decapitadas.

El hecho se enmarca en una profunda crisis penitenciaria latente en Ecuador, con una superpoblación de hasta el 30% y que ya cuenta con antecedentes previos de revueltas carcelarias que ha costado la vida de, en lo que va de año, 237 personas.

Asimismo, además de la superpoblación interna, se suma la profunda corrupción en las cárceles del país a partir de la relación que los funcionarios estatales establecen con diversos integrantes de bandas.

Fotografía principal: El País