Hace 11 años se estrenó ‘The Act of Killing’ de Joshua Oppenheimer, un largometraje que se sumerge en las turbias memorias de los torturadores y asesinos protagonistas de las brutales matanzas de comunistas y sus simpatizantes en Indonesia en 1965, luego del golpe de estado del dictador indonesio Suharto, que según cifras conservadoras provocó el asesinato de al menos un millón de personas.

Cringe, vergüenza, asco moral, rabia. Muchas de estas emociones me produjo un film terriblemente crudo, un largometraje documental que desnuda a criminales de lesa humanidad, describe sus métodos y quiebra sus convicciones.

El film es una genialidad, pero tuve que tomarme una pausa para poder digerir tanta crueldad en un ser humano.

La película se centra en el relato de Anwar Congo y sus amigos, políticos, mafiosos y miembros de la Juventud Pancasila, un grupo paramilitar que sostiene un régimen corrupto y de brutal impunidad, principales protagonistas de la dictadura de Suharto.

¿Cómo se ven los torturadores a sí mismos? ¿Cómo puede dormir tranquilamente un asesino? ¿Persiguen las almas de los ejecutados a sus captores? En el régimen de la impunidad total, la película de Oppenheimer viene a hacer un mínimo acto de justicia.

Indonesia ha sido sindicada como el modelo que Estados Unidos buscó implantar en el globo tras el inicio de la Guerra Fría. Se dice que su ejemplo fue utilizado también en las dictaduras latinoamericanas. Oppenheimer, junto a otros investigadores, ha apuntado al rol de EEUU en la entrega de información y asesoramiento a la sangrienta dictadura de Suharto.

‘The Act of Killing’ tiene un documental complementario, ‘La mirada del silencio’, en la que Oppenheimer relata la historia de un indonesio no identificado que confronta a los responsables del asesinato de su hermano.

Puedes verla acá: