La reconstrucción del movimiento sindical en dictadura

A Jorge Garrido reconstructor del movimiento obrero en la zona del carbón, dirigente minero de Lebu

Por: resumen.cl (*)

A fines de la década del 70 comienza la reconstrucción clandestina del movimiento sindical, mayoritariamente al amparo de la Pastoral Obrera creada en 1977 por el Cardenal Silva Henríquez. Este sector adoptó el nombre de Coordinadora Nacional Sindical (CNS) con un grueso de sindicalismo católico, también albergo a sindicalistas de izquierda que encontraron refugio allí, la conmemoración del 1º de mayo de 1978, en Santiago, violentamente reprimida por la dictadura será su primera aparición pública. A nivel local esta agrupación adoptó el nombre de Coordinadora Regional Sindical (CRS).

Otro sector más pequeño se recompone a través del trabajo de la Resistencia ®, en Santiago este trabajo adoptó el nombre de Comité Coordinador de Trabajadores (CCT) y agrupó a trabajadores de los antiguos Cordones Industriales, sindicatos como PANAL, PROMATEX, Lanera Chilena, METALTEX, TEC, PROFARMA, MADECO, FEMET (precursor de la actual CONSTRAMET), funciono básicamente al amparo de Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo (CODEPU).

En Santiago destacan dirigentes como Alejandro Olivares (recientemente fallecido), organizador de sindicatos de obreros del PEM y POJH y que en 1983 constituyen la  Federación de Sindicatos de Trabajadores Independientes y Transitorios, FESIT, que dio importantes luchas y triunfos a los trabajadores que formaban parte de los planes de empleo de la dictadura. En 1984 FESIT se incorpora a la CNS al igual que la mayoría de los gremios asociados CCT, Olivares seria dirigente de CNS y posteriormente del Comando Nacional de Trabajadores y la CUT.

El trabajo de la resistencia en el plano local estuvo básicamente centrado en la zona del carbón específicamente en la reconstrucción de los sindicatos mineros de Schwager y Lebu, y de entes aglutinadores de la lucha sindical de los mineros del carbón, como el Movimiento de Trabajadores de la Base Sindical y el Consejo Regional del Carbón, que intentó coordinar una huelga general en la cuenca minera en 1982. Paralelamente a esto, militantes de MIR reconstruían el trabajo sindical en el puerto de Talcahuano, nucleándose en la antigua CONGEMAR, llegando a convocar un paro nacional portuario el año 1981.

Hacia el año 80 se habían producido las primeras huelgas legales, de PANAL en Santiago (58 días), de los mineros de El Teniente en Rancagua. Ese mismo año se producen las primeras manifestaciones públicas del movimiento obrero local.

1980: primeras manifestaciones obreras en nuestra zona

Tras la convocatoria pública hecha por el Arzobispo de Concepción a la misa de San José Obrero, se producen las primeras manifestaciones de protesta a las afueras de la Catedral penquista. En Coronel el sacerdote francés Bernardo Hurault efectúa ese mismo día una procesión-marcha con sus comunidades por las calles de dichas comunas mineras, el sacerdote reubicará por esos años en la empresa francesa que construye Colbún-Machicura a algunos despedidos por motivos políticos de ENACAR quien actuarán en aquella histórica huelga.

Al finalizar ese año, 21 de diciembre de 1980, los mineros del carbón de Schwager y Lota convocan un acto para retomar la conmemoración del Día del Minero en Playa Blanca. Fecha instituida por Recabarren en recuerdo a las mujeres que se arrojaron a la vía férrea, para detener un tren, durante la huelga del carbón de 1920. En el acto hicieron uso de la palabra Tucapel Jiménez dirigente de la ANEF y la CNS, (asesinado por la dictadura dos años más tarde) Julio Malverde dirigente del sindicato PANAL y de la CCT,  Rigoberto Lillo, ex dirigente sindicato Schwager y Julio Salazar dirigente del sindicato minero de Lota.

A principios de los 80 se hace sentir en plena dictadura con fuerza los ecos de la recesión mundial en nuestro país, se sumaban los despidos y el cierre masivo de industrias. Sólo el año 1981, quebraron 431 empresas, y se contabilizaban en más de 70 mil los despidos, durante esta crisis cerrarán grandes industrias, como Industria Nacional de Radio y Televisión Industrial (IRT), Nacional de Paños (PANAL) o CRAV (Compañía Refinadora de Azúcar).

En nuestra zona las filiales de estas empresas también quebraron, CRAV en Penco y Textiles Caupolicán en Chiguayante. Pero además quebraron industrias del tamaño de Fanaloza en Penco, Huachipato paralizó la producción de Alto Horno, en Inchalam se producían masivos despidos al igual que en Vidrios Planos (VIPLA) en Lirquén.  La industria del calzado también se resentía en Concepción, al igual que las textiles en Tomé, Enacar planificaba el cierre o privatización de Schwager y los yacimientos de la Provincia de Arauco. El gremio de la construcción tradicionalmente dañado en las crisis, vivía la quiebra de más de 15 empresas del sector. El desempleo oficialmente superaba el 30% en el país, y en nuestra zona la tasa era aún mayor (36%), el poder de compra de los salarios caía a menos de la mitad de 1973.

1981: frente a los Crisis la protesta de los trabajadores

El año 1981 fue además el año en que se implantó la Reforma Provisional (AFP), que con los dineros de los trabajadores buscaban recapitalizar a la banca nacional. Esta era la última etapa de una serie de normas legales que regían las relaciones laborales, iniciadas en 1978 por el ministro José Piñera con el "maldito" Plan Laboral de la Dictadura.

El año 1981 el Comité Coordinador de Trabajadores (CCT) inicia una serie de manifestaciones en Santiago que incluyeron viandasos, ollas comunes, marchas, concentraciones frente a las fábricas. El 8 de agosto de ese año en protesta contra 300 despidos en la industria PANAL, organizaciones sindicales efectúan cortes de transito y quemas de neumáticos en tres avenidas de Santiago.

La Coordinadora Nacional Sindical (CNS) presenta ese año 81, el Pliego de Chile, firmado por casi dos mil dirigentes sindicales de todo el país. Ante lo cual la dictadura acusa a la organización de asociación ilícita e inicia la persecución de los dirigentes sindicales.

En la zona del Carbón 6.500 trabajadores agrupados en 5 sindicatos (Schwager, Lota, Colico, Trongol, Lebu) intentan una negociación colectiva conjunta, pasando por sobre el calendario de negociaciones impuesto por la dictadura, generando una nueva organización: El Consejo Regional del Carbón, abiertamente opositora a la dictadura y en confrontación a la pinochetista Unión de Sindicatos del Carbón liderada por Domínguez, De Gregorio y Hernández. A ese entonces solo quedaban 7.500 trabajadores de los 14.500 mineros del carbón que había antes del golpe militar.

El año 82, en el contexto de los primeros intentos de privatización de Schwager y Lebu, se producen violentas jornadas de protestas en dichas ciudades de la zona del carbón, obligando a la dictadura a recurrir a fuerzas militares para contener los incidentes. Los dirigentes mineros de entonces, tanto en Schwager como en Lebu, estaban ligados directamente al trabajo de Resistencia a la dictadura, por lo cual a las movilizaciones, se ligaban acciones milicianas de sabotaje.

1982: a pesar de la represión crece la protesta de los trabajadores

En Santiago, Tucapel Jiménez, presidente de la ANEF y la CNS, tras levantar un ferviente llamado a la unidad del pueblo de Chile, para derrocar la dictadura, es asesinado el 25 de febrero de 1982. Este año, la dictadura decretaría el exilio de Héctor Cuevas, destacado dirigente de la construcción y de la CNS, quien sólo regresará a Chile a morir de cáncer el año 1984.

En nuestra zona un paro de 6 horas de los trabajadores de Celulosa Arauco fuera de todo marco legal causó fuerte revuelo en toda la cuenca del carbón, la empresa reacciona con despidos, algunos de ellos se reincorporan al trabajo sindical en la zona del carbón, como Leopoldo Pinto en el histórico Sindicato Nº5 de ENACAR que dirigía Luis Badilla.

Al terminar el año 1982 y fuera de todo marco legal, los trabajadores de  la central hidroeléctrica Colbún Machicura realizan una paralización de faenas por 6 días. Englobando a un total de 2.100 trabajadores, es el primer antecedente histórico de lo que hoy son las negociaciones interempresas y la lucha de los subcontratados contra el marco laboral construido en esos años y mantenido hasta nuestros días.

El 17 noviembre de 1982, 145 trabajadores contratados por la francesa CCI, paralizan contra los abusos y clima interno de vigilancia y represión que incluía agresiones y golpes contra los trabajadores por parte de guardias de la empresa donde efectuaban labores ex miembros de la policía. Al día siguiente los 1.300 trabajadores de la firma francesa y los 800 del consorcio norteamericano Gordo Atkinson, paralizaron totalmente las faenas, sumando incluso profesional y técnicos franceses a ella. La dictadura aplicó la ley de seguridad interior del estado y la empresa despidió a los dirigentes sindicales. El 23 de noviembre los trabajadores lograron la reintegración de los dirigentes lo que fue un triunfo parcial, pues más tarde se iniciarían los despidos masivos de todos los trabajadores del proyecto.

En Penco, las protestas de los trabajadores y la comunidad en general obligó a la dictadura a declarar FANALOZA como Unidad Económica. Forma en que el Estado fue al salvataje de la empresa, lo que se debe entender en esos años como una victoria de los trabajadores.

Hacia el año 1982 se producían las primeras marchas del hambre en varias ciudades del país, antesala de las primeras jornadas de protesta nacional.

1983: otro paso adelante, nace el Comando Nacional de Trabajadores (CNT)

El 11 de septiembre de 1983, y a consecuencia de una proclama de llamado a la unidad, hecha en la revista Análisis por un amplio grupo de dirigentes sindicales, se constituye el Comando Nacional de Trabajadores, presidido por Rodolfo Seguel, y formado por la C.N.S., la Confederación de Trabajadores del Cobre, la Confederación de Empleados Particulares, el Frente Unitario de Trabajadores y la Unión Democrática de Trabajadores.

En ese Congreso, se convoca a un paro nacional, que más tarde se convertiría en la primera jornada nacional de protesta contra la dictadura. Los trabajadores tras diez años de violenta represión retoman la iniciativa, y en las jornadas más masivas y combativas de la historia reciente de Chile, pusieron en retirada a la dictadura y obligaron a ésta, a iniciar negociaciones políticas, con las cúpulas de la Democracia Cristiana y partidos Socialdemócratas, que con la jerarquía católica y la embajada norteamericana de intermediarios, generará la hoja de ruta para contener la explosión social e iniciar una salida negociada a la dictadura. Las protestas nacionales concluirán el año 1986, a partir de ese año la salida pactada será paulatinamente asumida como mal menor por los partidos de izquierda quienes a su vez conducirán al movimiento sindical por el mismo camino.

(*) Articulo publicado originalmente en el número 3 de nuestra versión impresa, de mayo de 2009.

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