Fue el 28 de febrero de 2021, pasadas las 22:00 horas, que, por intentar detener un vehículo robado y ya en movimiento, el suboficial de Carabineros, Omar Rodrigo Venegas Hidalgo, disparó cuatro veces su arma de servicio, en medio de una intersección donde transitaban peatones y otros vehículos. En uno de ellos iba Itan Badilla, de tan solo 6 años de edad, quien fue alcanzado por uno de estos disparos mientras se retiraba de la casa de su abuela en Maipú, junto a su madre y sus tres hermanos.

Como una pena «irrisoria» calificó la familia del pequeño Itan, la decisión del Quinto Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago, que condenó a un año de presidio a Omar Rodrigo Venegas Hidalgo, suboficial de Carabineros que le quitó la vida en plena vía pública, en lo que configura un nuevo caso de gatillo fácil en la institución policial.

Una vez más un funcionario de Carabineros de Chile prefirió la propiedad ante la vida de las personas, que en el caso puntual de este lamentable hecho, transitaban por la intersección de Segunda Transversal con Vespucio, en la comuna de Maipú, región Metropolitana.

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Resumen conversó con Scarlet Ahumada, madre del niño de por entonces 6 años de edad, quien ahondó en lo bajo de la pena y en el nulo acercamiento o interés por parte de la institución, en ofrecer algún tipo de apoyo tras lo ocurrido. Cabe destacar que en este caso, los funcionarios policiales, Ricardo Oñate Ferreira y Omar Venegas Hidalgo, responsable del fatal disparo contra Itan, acusaron una suerte de ataque por parte de los asaltantes, cuestión que fue descartada en tribunales y refutada por su familia desde un inicio: «dijeron que los delincuentes les dispararon, que hubo fuego cruzado, y no fue así».

Una visita que terminó en tragedia

Fue debido a un contagio por Covid 19 que la familia de Itan debió dejar de visitar a su abuela, quien se estuvo recuperando desde diciembre de 2020 a febrero de 2021, mes en el que decidieron reunirse nuevamente. Fue el domingo, y tras ir a dejar a un familiar, que Scarlet y sus hijos se retiraban de Maipú cuando se encontraron con el robo de un vehículo.

Es en este contexto que su vehículo fue alcanzado por uno de los tiros de Omar Rodrigo Venegas Hidalgo, aseguró la madre de Itan, acotando que, «cuando él disparó, el robo ya estaba hecho», refiriéndose a que el funcionario policial abrió fuego para intentar detener el auto ya en movimiento.

Sobre los hechos, Scarlet Ahumada explicó que, «no sabíamos que eran carabineros, porque ellos no andaban ni con patrulla, ni con baliza, y en ningún momento se dieron a conocer como policías o carabineros, andaban de civil, en un auto blanco».

Sobre el actuar del funcionario, Ahumada agregó que, «él hizo cuatro disparos en segundos. Si no hubiese sido mi hijo, hubiese sido cualquier otra persona de las que estaban ahí o hubiese podido ser más una persona».

Respecto a los protocolos policiales, hizo hincapié en que,»ellos tienen que resguardar y proteger a los civiles, yo sé que él estaba haciendo sus labores dentro del sector, pero él dice: yo no tuve tiempo de pensar o yo no vi el auto donde nosotros íbamos, que era una camioneta. El auto que se robaron era un Nissan March y el otro en el que ellos andaban era un Hyundai Accent, autos chiquititos y mi camioneta era grande y blanca. Nunca entendí que no nos vieran. Y más allá de eso, la primera reacción no debiese ser abrir fuego en un espacio abierto, donde había mucho auto, había mucha gente y se supone que ellos tienen que proteger a los civiles primero….No me cagó la vida solo a mí».

Gatillo Fácil en Carabineros

El caso de Itan Badilla de tan solo 6 años de edad, trae a la memoria variados casos de gatillo fácil al interior de Carabineros. La gran mayoría de ellos tiene un componente en común, el hecho de supeditar la vida de una persona en pos de recuperar propiedad privada.

Por ejemplo, en junio de 2019, en Cerro Navia, el joven Juan Arenas Martínez, de 18 años de edad, fue acribillado por carabineros con cuatro tiros a las afueras de una iglesia evangélica. Los funcionarios argumentaron que perseguían a un supuesto asaltante, versión refutada por su familia y amigos con quienes se encontraba participando de un culto.

Dos años más tarde, en julio de 2022, el profesor de tenis de La Reina, Jesús Jaramillo, fue baleado, según carabineros, por intentar atropellarlos, luego de una supuesta persecución, versión rebatida por sus acompañantes quienes exigieron las cámaras del sector para aclarar el hecho.

En abril de 2023, David Toro Córdova, de 19 años de edad, fue acribillado por un carabinero con una subametralladora UZI, en medio de un control policial en San Antonio. Al igual que en los casos anteriores, personal policial acusó un supuesto intento de atropello o fuga, cuestión que en este caso presenta diversos cuestionamientos, específicamente por parte del resto de amigos que viajaba con David, quienes aseguraron que le dispararon estando con los brazos arriba.

Durante el presente año también hay casos de gatillo fácil. Uno de ellos ocurrió en mayo pasado, cuando personal policial asesinó a tiros, por la espalda y mientras corría, al joven de 18 años de edad, Emilio Latorre en Puente Alto. Según las primeras declaraciones de la institución, habrían acudido a un operativo que daba cuenta de un sujeto efectuando disparos en la vía pública. Dicha versión, afirma la madre y polola de Latorre, no tendría nada que ver con la víctima, quien habría salido a comprar papas fritas, en el sector Bajo Mena.

Protocolos en Carabineros

Considerando los casos antes mencionados y la situación de Itan Badilla y la de su familia, su madre, Scarlet Ahumada recalcó que, «yo sé que estaban haciendo un robo, pero desenfundar tu arma y ponerte a disparar ¿Por un auto? O sea,  una persona que se da el tiempo de decirle a su colega: estaciona aquí, súbete aquí, estos están haciendo un robo, ¿cómo en ningún momento se dio cuenta de toda la gente que había a su alrededor? ¿Cómo nunca tomó la precaución de toda la gente que estaba ahí? ¿que él podía pegarse un tremendo cagazo? O sea, los protocolos de carabinero, él se los pasó por donde mejor quiso. Él no es alguien que lleva un año siendo carabinero, él lleva 24 años en la institución».

Respecto al actuar de la institución de Carabineros de Chile y lo sucedido con Itan y todo el trauma generado a sus hermanos y madre, Ahumada comentó que jamás recibieron ningún tipo de apoyo o pronunciamiento institucional.

«Ellos jamás como institución brindaron apoyo psicológico a mis niños, porque yo iba con mis cuatro hijos en el auto. Mis hijos vieron morir a su hermano en mis brazos. Jamás me dijeron, señora, ¿sabe qué? Nosotros le podemos ofrecer apoyo psicológico, nosotros le podemos ofrecer apoyo a sus niños, algo emocional, poder contenerlos, terapia. Nada, absolutamente nada», aclaró la madre del niño de por entonces 6 años de edad.

La madre de Itan Badilla enfatizó en la necesidad de una reestructuración al interior de Carabineros, que dé cuenta de una real preparación en materia de Derechos Humanos, de su relación con la comunidad y de cómo abordar situaciones donde proteger la propiedad privada puede costar la vida de una persona, en este caso, de un niño.

«Deben ser personas realmente capacitadas, no solamente que le enseñen a disparar. O sea, ¿cómo contener a una persona? ¿Cómo llegar? ¿Cómo tratar de detenerla? De cómo darle contención, de muchas cosas. No es solamente que se vista de verde y le pongan una pistola en las caderas y él sale a la calle. No se trata solo de eso», acotó.

Como familia, Ahumada comentó a Resumen que no apelarán a la condena impuesta contra el funcionario Omar Rodrigo Venegas Hidalgo y esperarán los movimientos de la parte querellada para actuar. Afirman que no confían en la justicia chilena y que pasar nuevamente por un juicio no solo la expondría a ella y a sus hijos a un tortuoso proceso de revictimización, sino que se corren riesgos de que, consideran la normativa, pueda incluso ser absuelto o condenado por un delito menor.