El municipio se había negado a pagar el pre y post natal de tres trabajadoras a honorarios, situación revertida en los tribunales laborales de Antofagasta y ratificado por la Corte de Apelaciones.

Por Juan Contreras Jara

Luego de meses de negativas por parte del municipio antofagastino, finalmente la Corte de Apelaciones de la ciudad puerto ratificó el fallo a favor de tres trabajadoras a honorarios, a quienes se les negó el pago del pre y post natal, mandatando el pago retroactivo de ambos derechos laborales.

Además, el tribunal también que las tres trabajadoras debieron haber estado contratadas, por lo que mandató al municipio a pagarles las cotizaciones y las vacaciones relativas a su periodo laboral.

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En primera instancia, el municipio comandado en aquel entonces por la condenada por corrupción, Karen Rojo (UDI), apeló al fallo inicial del Tribunal del Trabajo de Antofagasta, intentando así no pagar los fueros maternales de las trabajadoras. A inicios de noviembre, finalmente, la Corte de Apelaciones falló contra la municipalidad, que esta vez se restó de volver a apelar el veredicto.

Las reacciones tras el fallo contra la municipalidad de Antofagasta

Sobre el litigio contra el municipio de Antofagasta, Ainara Oyarzún, psicóloga y extrabajadora a honorarios afectada con el no pago de su pre y post natal, explicó que en mayo de 2019, después de meses tratando de llegar a un acuerdo con la municipalidad, debimos autodespedirnos para iniciar el proceso judicial».

Luego de meses de intentos y una apelación del municipio para no cancelar lo relativo al fuero maternal de las tres trabajadoras embarazadas, finalmente llegó el fallo que obliga el pago retroactivo de ambos derechos laborales, el pago de sus vacaciones y cotizaciones, «porque debimos haber estado contratadas», agregó Oyarzún.

Sumada a la falta de probidad del municipio antofagastino en materia laboral y maternal, Oyarzún comentó que el contexto emocional y económico de las trabajadoras se precarizó profundamente.

«Fue un proceso super duro. Cuando quedamos embarazadas nos aseguraron esos dineros, pero simplemente se hicieron los desentendidos. Esto generó un terremoto para las tres. Algunas de nosotras tuvimos que irnos de donde estábamos viviendo a la casa de algún familiar, pedir plata prestada para poder suplir esos meses en los que quedamos en el aire, además del desgaste emocional, en medio de un proceso de embarazo que es de cuidado», relató la trabajadora, acotando que las tres perjudicadas eran el sostén de sus familias respectivamente.

Para las tres trabajadoras, su victoria en tribunales representa, «satisfacción de terminar un proceso super complejo y también de que la justicia corroboró lo que estábamos diciendo, de que sí teníamos derechos laborales y que son irrenunciables».

Pese a haberle doblado la mano a la municipalidad, la trabajadora reparó en que, «lo siguen haciendo mal. Hoy en día sigue trabajando cerca de 300 trabajadores a honorarios, sin condiciones laborales mínimas. Si un trabajador se accidenta dentro de las horas laborales, debería correr con los gastos y ese problema sigue. Esto marca un precedente para que el actual alcalde tome medidas de las condiciones de los trabajadores que tienen».