[resumen.cl] Jugadores colombianos exigieron la no programación de partidos de la liga en el contexto actual. Sin embargo, el pasado jueves se realizó un partido de la Copa Libertadores en el estadio Romelio Martínez, el cual se vio constantemente interrumpido por los efectos de la represión policial en sus inmediaciones. Concretamente: del gas lacrimógeno.

El desarrollo de la Copa Libertadores no ha estado exento al marco de protestas que comenzaron en Colombia el pasado 28 de abril, inicialmente, contra la iniciativa del presidente Iván Duque de instaurar una reforma tributaria, lo cual ha decantado en un contundente Estallido que perdura actualmente.

En este contexto, este jueves horas previas a la realización de encuentros en el marco del evento, futbolistas colombianos protestaron exigiendo que no se programaran partidos de la liga «hasta tanto no se resuelva la actual situación de orden público que afecta a todo el país y pone en riesgo nuestra integridad».

Sin embargo, el partido entre Atlético Mineiro y América de Cali se realizó de igual forma en el estadio Romelio Martínez, ubicado en Barranquilla.

Ante esto, el partido debió interrumpirse por lo menos seis veces debido al desmedido actuar de la policía colombiana contra las protestas que se desarrollaban en las afueras del estadio.

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El ruido propio de la protesta, los sonidos de bombas y, sobre todo, la presencia de gas lacrimógeno al interior del recinto obligó a la suspensión constante del partido.

El hecho dejó múltiples registros de jugadores y personal del estadio afectado por las bombas lacrimógenas, escenario al cual se ven enfrentados constantemente quienes protestan contra la intransigencia del gobierno de Duque.

Según el último reporte de ONG Temblores, hasta el 12 de mayo de 2021 han existido 2.110 casos de violencia policial, los cuales contemplan desde homicidios y detenciones hasta traumas oculares y violencia político-sexual.

Fuente: ONG Temblores

Fotografía principal: CNN