Pese a haber obtenido la mayoría nacional en las últimas elecciones de consejeros constitucionales, lo cierto es que desde el Partido Republicano no muestran ningún atisbo de interés por el proceso constitucional. Lo anterior no solo queda de manifiesto con las declaraciones que en el pasado hizo José Antonio Kast, timonel de la colectividad pinochetista, sobre una nueva carta magna, sino que se expresó en los comentarios del Opus Dei, Luis Silva Irarrázaval, quien declaró que: «Chile no necesita una nueva Constitución».

Por Juan Contreras Jara

La ruta del proceso constitucional de la clase política no deja de dar indicios de que el resultado podría ser igual o peor que la actual carta magna. Lo anterior podría graficarse con las declaraciones del militante del Partido Republicano, Luis Silva, quien afirmó que «Chile no necesita una nueva Constitución», pese a ser electo (17,95%) para trabajar por ella.

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Es tal la desidia del partido fundado por el pinochetista José Antonio Kast, que el discurso de que Chile no requiere una nueva carta magna ha sido repetido en reiteradas oportunidades por sus militantes, el último de ellos, el actual consejero constitucional, Luis Silva.

Silva, quien obtuvo la mayoría de votos a nivel país para ocupar uno de los 51 cupos de consejeros constitucionales (707.072), ha sido catalogado como un peligro nacional por su propio hermano, el cineasta Nicolás Silva. El productor recordó la siguiente frase de Luis Silva para encender las alertas sobre su elección: "Evidentemente que no puedo separar mis posiciones en las cuestiones culturales, valóricas o sociales de mi dimensión religiosa". El electo con mayoría nacional es miembro del Opus Dei.

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Esto no solo demuestra su posible falta de imparcialidad ante un proceso que, se supone, debería beneficiar a la gran mayoría de chilenos y chilenas, sino que el condicionamiento del que dependerá su labor como consejero, debido a adhesión al Opus Dei nacional, la secta cristiana de ultraderecha implicada en diversas escándalos relativos a la transgresión a los DDHH y su apoyo a la dictadura.

En cuanto al rol estatal -si es subsidiario o social y de derecho- el consejero del Partido Republicano, apuntó en entrevista con CNN que «aspiramos a ampliar al máximo la libertad de los particulares y reducir al mínimo el rol del Estado». Siguiendo en la línea de los derechos sociales, en este caso de la salud sexual, el integrante del Opus Dei aseveró que, «lo más responsable de las mayorías, que vamos a ser nosotros y las minorías es centrarse en aquello en lo que es esencial en una Constitución y los derechos reproductivos no son esenciales en una Constitución».

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Sobre la misma materia, Silva Irarrázaval supeditó, a sus diferencias políticas con el resto de consejeras y consejeros, las posibilidades de discutirla en el Consejo Constitucional, agregando que, «tenemos cinco meses y el tema, como otros muchos, son tremendamente divisivos, controversiales. Los cinco meses se harían pocos solo para resolver esa diferencia».

En la misma entrevista, el abogado de la universidad de Los Andes insistió en que Chile no necesita una nueva Constitución, reconociendo que no hacer nada y conservar la de Pinochet «es una posibilidad, ya nos pusimos en la hipótesis de que esto se rechace».

Cabe recordar que Silva encabeza al partido que se quedó con 23 cupos de los 51 en disputa en esta elección.