Uno de los grandes aportes de Pier Paolo Pasolini es el que apunta contra la sociedad de consumo y su poder autoritario, que opera a través del embelesamiento de la voluntad homogeneiza las vidas humanas. Es importante señalar que el director de cine, poeta y pensador friulano advirtió potentemente contra sus defensores, producto de la distorsión de sus ideas, sentenciando: «No quiero ser un personaje literario (...) Se llevan a un primer plano de mi obra solo los aspectos secundarios, como el lenguaje o la crueldad que existe en mi verdad. Un modo elegante para no detenerse en cambio la cuestión social, que es para mí, en mi intención de artista, la más importante».

Ariel Ríos Pincheira

La tesis de Pasolini acerca de la sociedad de consumo sentencia que su poder es anulador, siendo aún más efectiva que el fascismo en el logro del control de la sociedad (los instrumentos de ese control tienen menos consenso social en el fascismo, de ahí que considere más eficiente a la sociedad de consumo). Si bien el consumismo consigue implicarnos activamente en la reproducción del poder, el fascismo era solo una ficción, una adhesión nominal al poder real. Para el caso italiano señaló en "Cartas luteranas" (1975): "Burgueses o proletarios, todos son hijos del consumismo, frágiles y desencantados, crueles e insensatos, se dirigen a la deriva, a la nada que los cerca y los cercará. Por siempre".

El 2 de noviembre de 1975, en vísperas de su asesinato, Pasolini concedió una entrevista en la que muestra su decepción con la izquierda occidental: "Tengo nostalgia de la gente pobre y verdadera que peleaba para derribar a aquel patrón sin convertirse en aquel patrón. Como estaban excluidos de todo, nadie los había colonizado (...) Se entiende que añoro la revolución pura y directa de la gente oprimida que tiene el único objetivo de hacerse libre y dueña de sí misma. Se entiende que me imagino que pueda todavía llegar un momento así en la historia italiana y en la del mundo", sin duda apunta a una izquierda que solo busca redención intentando asemejarse a quien hasta ahora detenta el poder, gatopardismo siguiendo a Lampedusa, es la máxima aspiración de las izquierdas modernas occidentales.

Para mayor abundamiento, el artista es directo: "Yo oigo a los políticos con sus formulismos, todos los políticos, y me vuelvo loco. No saben de qué país están hablando, están tan lejos como la luna. Y los literatos. Y los sociólogos. Y los expertos de todo tipo", El titular de la entrevista en cuestión fue "Todos estamos en peligro", frase elegida por el mismo Pasolini y que resultó premonitorio considerando su asesinato, hasta el día de hoy sin resultado alguno en el ámbito judicial.

La reivindicación de Pasolini entonces, pasará por su obra, para quienes deseen indagar en sus ideas, existe una edición breve de su obra recopilada llamada "El fascismo de los antifascistas" (Galaxia Gutenberg, 2021). Aquí se publican una serie de artículos periodísticos de inquietante actualidad, si se lee a la luz de cualquier noticiero o cuenta de twitter disponible. Pasolini denuncia el antifascismo porque considera que es una forma de luchar contra fantasmas imaginarios en vez de enfrentar directamente a los grupos dominantes de hoy, nos dice que: "No hace falta ser fuerte para enfrentarse al fascismo en sus manifestaciones delirantes y ridículas: hay que ser fuertísimo para enfrentarse al fascismo como normalidad, como codificación, diría yo, alegre, mundana, socialmente elegida, del fondo brutalmente egoísta de una sociedad". En definitiva, es enfrentarse con decisión a todos los dictadores de ayer hoy civiles o militares.

Por otra parte, y para quienes deseen visitar su obra cinematográfica, les recordamos que este año se cumple el aniversario de "Los cuentos de Canterbury", estrenada en 1972, basada en la obra del escritor medieval inglés Geoffrey Chaucer y que forma parte de la denominada trilogía de la vida, que el afamado cineasta completó junto a "El Decamerón" y "Las mil y una noches". Todas obras que relatan las debilidades humanas y que nos hacen merecedores de tantos ríos de tinta.

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