[resumen.cl] Hoy el Sindicato N° 1 Promotora CMR cumplió su sexto día de huelga en el marco de la negociación colectiva entrampada debido a la intransigencia de la empresa en considerar las demandas de las y los trabajadores. En este marco, el día de mañana se realizará una mediación convocada por la Inspección del Trabajo.

A nivel nacional continúa la huelga -de carácter indefinida- levantada por el Sindicato Nº1 Promotora CMR por la intransigencia de la empresa -propiedad del Grupo Solari- durante el proceso de negociación colectiva.

En conversación con RESUMEN, la presidenta del Sindicato, Andrea Marchant, comentó que «la gente está bastante motivada, hemos tenido mucho apoyo, mucho compromiso» durante estos días de huelga, con una importante participación de las y los socios en todas las regiones del país.

Sin embargo, existe una preocupación desde la organización sindical debido a que la empresa sigue sin manifestar la voluntad de negociar sobre las demandas de las y los trabajadores.

En este marco, la Inspección del Trabajo solicitó establecer una medicación para este miércoles donde la empresa está dispuesta a presentarse, pero se desconoce como reaccionará. Así, Marchant recuerda que sus exigencias se basan en «igualdad de nuestras remuneraciones y acotar lo más posible la brecha«.

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Durante el transcurso de los días han recibido el apoyo de diversas organizaciones sindicales y sociales.

Sin embargo, durante la tarde de ayer en las afueras del Banco Falabella de Viña del Mar fue agredida una trabajadora por un cliente que asistía al lugar. El actuar del hombre fue duramente criticado por redes sociales.

Por su parte, Marchant enfatiza en el repudio hacia este tipo de hechos, los cuales evidencian, entre otras cosas, la violencia de género encarnada en la sociedad chilena. En la misma línea, plantea que es necesario que «los clientes entiendan que estamos en una huelga legal, estamos ejerciendo nuestro derecho«.

La dirigenta señala la responsabilidad del hecho no solo al hombre involucrado, sino que también a la empresa debido a que las y los socios no se habrían tenido que exponer a este tipo de situaciones si es que cediera en su «postura tozuda y unilateral de no acceder a las demandas legítimas de los trabajadores«.