Cinco días de huelga llevan adelante trabajadoras y trabajadores de la escuela Sagrada Familia de Nazareth de Valparaíso, exigiendo bonificaciones que su empleador pretende condicionar a través supuestos logros académicos de las y los estudiantes.

Por Juan Contreras Jara

El pasado viernes, las y los trabajadores de la escuela Sagrada Familia de Nazareth de Valparaíso iniciaron su proceso de huelga, luego de meses de intransigencia por parte de la fundación Primitiva Echeverria, de la congregación Misioneras Catequistas de la Sagrada Familia.

La negociación colectiva con la fundación inició en septiembre pasado, con un total de 33 puntos emanados desde las y los trabajadores. Con la intención de avanzar en el proceso, redujeron sus exigencias a 20, pero siguen chocando con la negativa del empleador que se niega a cancelar bonificaciones al equipo de integración y a las y los asistentes de la educación del establecimiento.

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Los montos anuales exigidos por el sindicato van de los 100 mil pesos para las y los 20 asistentes de la educación de la escuela porteña y $70.000 para el equipo del Programa de Integración Escolar (PIE), conformado por fonoaudiólogos, educadoras diferenciales, terapeutas educacionales, psicólogos, entre otros.

Ambas bonificaciones anuales son primordiales para el sindicato, aseguró Mellero, porque tienen que ver con, «el reconocimiento a la labor de los asistentes de la educación, que son quienes reciben las menores remuneraciones y la fundación que administra el colegio paga lo justo, por ende la negociación colectiva es la única instancia que podemos buscar más beneficios y aumentar su sueldo». 

Lo grave, explicó Fiorella Mellero, presidenta del sindicato de trabajadoras/es de la escuela Sagrada Familia de Nazareth, es que, «ellos exigen que estos bonos tienen que ser con condiciones. Están poniendo como condicionante el porcentaje de logros que consigan los niños y eso nos parece que es lucrar con la educación y nos estamos dispuestos a transar con eso».

Otra de las exigencias del sindicato tiene que ver con aumentar la cantidad de días administrativos presentes en el establecimiento. Una situación que al igual que sus demás puntos, esta siendo condicionada y entrampada por la fundación Primitiva Echeverria con su idea de exigir porcentajes de logros académicos como moneda de cambio.

Sobre la postura de fundación, perteneciente a la congregación Misioneras Catequistas de la Sagrada Familia, la dirigenta sindical enfatizó en que el acercamiento con las y los trabajadores ha sido nula. «Nuestra abogada se ha tratado de comunicar con ellos para ver si siguen con la misma postura o han reflexionado al respecto pero no contestan teléfonos ni correos.

Producto de la intransigencia de la fundación Primitiva Echeverria, se están viendo afectados alrededor de quinientos estudiantes. «Estamos desconcertados con esta situación, porque aquí hay varios puntos que se están pasando a llevar. Por un lado, los estudiantes están sin clases y al parecer eso a ellos no les preocupa porque siguen sin buscar soluciones al respecto y es un derecho que se esta vulnerando a los niños».

Por otra parte, desde la escuela Sagrada Familia de Nazareth hicieron hincapié en que, «no hay ningún interés de reconocer el trabajo de sus trabajadores sin imponer condiciones de por medio. No estamos pidiendo bonos que ellos no puedan pagar, por ende, nos apena que no se nos valore por nuestro trabajo. Este es un colegio de iglesia, super familiar y de acogida, se supone que estos son sus valores y esta fundación de Santiago se desentiende, somos un número para ellos».

Las y los trabajadores en huelga anunciaron que seguirán visibilizando su conflicto laboral, adelantando que para mañana esta programada una reunión con la seremi de Educación de Valparaíso, Patricia Colarte.