Raúl Sendic Antonaccio, fundador e histórico líder del Movimiento de Liberación Nacional (MLN-Tupamaros) de Uruguay, nació el 16 de marzo de 1925 en una zona rural de Chamangá, en el sureste del departamento de Flores en el interior de Uruguay. Tras estudiar derecho en Montevideo, se trasladó a Paysandú donde se transformó en asesor legal de los sindicatos rurales de los trabajadores de la caña de azúcar, allí junto a los "peludos" trabajadores cañeros, se forjó el líder guerrillero.

Por Joaquín Pérez

Este domingo, unas de 500 personas se congregaron en las inmediaciones del Palacio Legislativo en Montevideo, allí donde hace más de 60 años Sendic y los cañeros de Artigas, "los peludos", acamparon para denunciar las condiciones laborales de la caña de azúcar.

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El Parlamento uruguayo se negó  a rendir homenaje en su interior, por un solo voto de diferencia, al que fuera uno de los dirigentes políticos y sociales más destacados del siglo XX en la República Oriental.

Cerca de las 17:00 horas del pasado domingo, justo el dia en que se cumplían 100 años de su nacimiento, comenzaron a arrimarse con termo y mate, banderas de la vieja Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas (UTAA) y del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T) y fotos del Bebe (nombre de combate de Raul Sendic).

Hasta el lugar llegaron familiares, líderes sociales, ex compañeros tupamaros y actuales dirigentes políticos de la izquierda uruguaya: socialistas, comunistas y del MPP, donde militan algunos ex tupamaros como Pepe Mujica.

Se proyectó en el lugar un documental en su homenaje: "¡Soy Rufo y no me entrego! ¡Bebe Sendic en la memoria!" del director Gonzalo Arijón.

El acto contó además de la proyección del documental, con la presencia de los destacados músicos Numa Moraes y Mario Carrero.

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Organizaciones de derechos humanos levantaron acciones especiales para este centenario, como los Sitios de Memoria de Uruguay.

Raúl Sendic fue rehén durante la dictadura militar, donde estuvo secuestrado en cuarteles militares por 12 años, donde sufrió todo de tipo de castigos y brutales torturas, además de incomunicación total, tras el fin del régimen militar y su liberación en 1985, Sendic se dio a la tarea de mantener y dar continuidad al proyecto revolucionario.

Sin embargo, debido a los tormentos, su salud quedó muy deteriorada, y a pesar de ser sometido a distintos tratamientos e intervenciones por diversas patologías, en distintos países, murió en un hospital de Francia en 1989 donde llegó para tratarse la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth.

Sus funerales en Montevideo fueron históricos, miles los que salieron a las calles para rendirle el último adiós al líder guerrillero.