Por: Joaquín Pérez

Las elecciones a constituyentes permitieron, por políticas de paridad, escaños reservados y por sobre todo por la posibilidad a las personas independientes a constituir listas, el acceso de candidaturas provenientes del mundo popular que de alguna forma representaban lo que significó el Estallido Social iniciado en octubre de 2019.

Sin embargo las actuales elecciones presidenciales y parlamentarias, están inscritas en el viejo sistema político podrido, donde no se reconoce ni la paridad de género, ni la inclusión de los pueblos originarios y por sobre todo se somete a las inmensas mayorías a un sistema de partidos corruptos que monopolizan la política.

Sin embargo hay una luz en la sombras, que esperamos sea capaz de derrotar a la oscuridad contra la que luchó el pueblo que se movilizó a partir de Octubre. Contradictoriamente quien representa esta luz, es una mujer trabajadora cegada por la brutalidad de un estado violador de los derechos humanos, ella es Fabiola Campillai Rojas.

El triunfo de Fabiola, en contra de todo el sistema electoral, que beneficia al régimen de partidos, constituiría todo un símbolo de la resistencia del pueblo chileno a la maquinaria que han montado desde el poder político, económico, militar y de los grandes medios de comunicación desde el mismo día 15 de Noviembre del 2019, para destruir las voces que emergieron desde todo Chile en contra de este sistema y de este modelo construido para el beneficios de una ínfima minoría de la sociedad.

Sería un triunfo contra la exclusión, la primera persona no vidente en ser senadora, sería un triunfo de los derechos humanos, pues representa a todas las personas reprimidas, a familiares de las personas asesinadas, a las centenares de personas mutiladas durante el estallido y también a quien aún están en prisión por haberse alzado contra este régimen corrupto.

Fotografía: Sexta Noticias

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Fabiola no solo es la persona a quien Carabineros le arrebató la vista, el gusto y el olfato, el 26 de noviembre de 2019, tras dispararle a menos de 50 metros una bomba lacrimógena directamente al rostro, Fabiola también es la pobladora de San Bernardo, la obrera de la fábrica Carozzi a donde se dirigía a trabajar en el tercer turno cuando fue atacada por las fuerzas represivas del Estado. Su triunfo sería la prueba misma que las demandas del pueblo siguen vivas y que el pueblo sigue ahí, dispuesto a retomar las calles para conquistar sus derechos, la dignidad y la justicia.