[resumen.cl] La madrugada del 26 de julio de 1953, más de cien combatientes asaltaron los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes en Cuba contra la dictadura de Batista. A 67 años, el hito que decantó en un proceso revolucionario bastión para América Latina continúa siendo referente de resistencia, convicción y compromiso para las luchas actuales. 

Durante la dictadura ldierada por el general Fulgencio Batista, combatientes cubanos decidieron desarrollar una ofensiva que pasará a la extensa historia de resistencia y rebelión latinoamericana.

Fue el 26 de julio de 1953 la fecha en la que, simultáneamente, más de 100 combatientes liderados por Fidel Castro desplegaron una acción armada con el objetivo de hacerse con los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, ubicados respectivamente en Santiago de Cuba y Bayamo.

Cuartel Moncada | Fotografía: teleSUR

Cuartel Carlos Manuel de Céspedes | Fotografía: Radio Angulo

La madrugada del 26 de julio se dio lectura al conocido «Manifiesto del Moncada«, que sustentaba que «la Revolución se declara definitiva, recogiendo el sacrificio inconmensurable de las pasadas generaciones, la voluntad inquebrantable de las presentes generaciones, y la vida en bienestar de las generaciones venideras«.

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Con una planificación realizada en la mayor discreción posible, los grupos organizados realizaron maniobras para tomar por asalto ambos recintos.

El «factor sorpresa» sería clave para la táctica planificada. Sin embargo, la desventaja en términos materiales y de infraestructura se tornó evidente y terminó con una gran cantidad de detenciones y asesinatos hacia las y los revolucionarios.

El despliegue represivo por parte de la dictadura de Batista se agudizaría profundamente. No solamente con la población en general, sino que enfáticamente contra quienes fueron detenidos.

La tortura, prisión política, persecución y asesinatos fueron parte del despliegue estatal durante años de dictadura.

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Este hito marcó un punto de inflexión en la historia no sólo del país, sino que a escala latinoamericana. La consecución de procesos decantaría en el próximo triunfo de la revolución cubana en enero de 1959.

En este marco, se desarrollaría la formación oficial del Movimiento 26 de Julio, instrumento político-militar clave para el futuro triunfo revolucionario.

Claves serían los aprendizajes obtenidos a partir del asalto a los cuarteles. La experiencia y compromiso de las y los revolucionarios darían inicio a uno de los procesos que, hasta la actualidad, es bastión de lucha y resistencia.

La histórica defensa de Fidel Castro titulada «La Historia Me Absolverá«, a partir del procesamiento judicial producto de los hechos de Moncada y Céspedes, entregaría elementos programáticos para la disputa política y la justificación de insurrección.

«Siempre es 26» dicen algunas murallas de América Latina. Las mismas que, a 67 años, reflejan la absolución que la historia ha hecho hacia las y los combatientes.

Fotografía: @remerasconhistoria.cl