Con el correr de los días, la huelga del Sindicato N°1 CMR parece no tener final ante la multinacional que solamente apela al desgaste para que esta finalice.

Por Christopher Cortez

Andrea Marchant, Presidenta del Sindicato, comenta a RESUMEN que la situación se torna cada vez más difícil, ya que se enfrentan a casi un mes de movilización sin sueldo, se acercan las fiestas de fin de año y, además, las restricciones que genera el retroceso a fase 2 en la Región Metropolitana hacen más complejas actividades como ollas comunes.

Pese al tiempo de duración, la multitienda propiedad del Grupo Solari no ha entregado soluciones satisfactorias ante, entre otras exigencias, la petición de reajuste e igualdad en remuneraciones. Peor aún, Marchant comenta que "nos llegaron todos los informes de prácticas antisindicales del proceso y de reemplazo de trabajadores en huelga, y presentamos un recurso de clausura de la dirección nacional".

Esto, porque desean que el Gobierno interceda, aunque son pocas las esperanzas que genera esa posibilidad. Añade que "es difícil que haga algo, pero al menos ejercemos presión para que se genere una mesa lo antes posible para resolver el conflicto", enfatizando en que requieren de mayor apoyo de los grandes medios de comunicación, los cuales prácticamente han obviado el tema.

"¿Quién se hace cargo de nosotros? La gente ya no aguanta más", confiesa la dirigente. Al mismo tiempo, cuenta que algunas/os trabajadoras/es ya han desistido por una entendible necesidad, principalmente, económica. "Tengo a la gente en la calle, todos los días llegan acá a comer y con la fase 2 ni siquiera podremos hacer olla común porque vendrá la Seremi de Salud. ¿Cómo hago una huelga con estas restricciones y sin respuestas favorables de empleadores que tienen muchas 'lucas'?", pregunta.

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Respecto a esto, otra arista que causó molestia en el movimiento fue la publicación de INTERFERENCIA, de la que RESUMEN hizo eco, y que expone la contratación de dos ex militares relacionados a casos de fraude y uno a violación de Derechos Humanos durante dictadura por parte del Comité de Seguridad de Falabella para recibir asesorías tras el inicio del Estallido Social. 

"Habla de cómo está llevando el proceso la empresa, porque a ellos les da lo mismo. Parece que están preparados desde antes y les da lo mismo el tiempo que dure la huelga. Esto lo pueden cerrar de un minuto a otro, pero buscan el desgaste y que la gente vuelva a trabajar", asegura Andrea Marchant. En la misma línea, hace hincapié en que "están haciendo un gallito contra una organización sindical que lo único que le interesa son las mejoras laborales. Les da lo mismo porque ellos siguen operando igual. Ellos han tenido perjuicio económico pero lo tenían preparado hace tiempo".

Por último, reflexiona que "los clientes tienen que solidarizar con nosotros con respecto a la empresa que tiene a sus trabajadores en la calle en época de pandemia, navidad y tras 28 días sin sueldo". Respecto a las condiciones de las y los asalariados en Chile, sostiene que se deben hacer cambios en la legislación laboral. "Tienen que haber más cosas que protejan al trabajador, que el derecho a huelga sea realmente efectivo, que cuando haya prácticas antisindicales, la mano sea más dura para los empleadores, que el Gobierno interceda. Estas y que muchas otras cosas más que hemos vivido, como agresiones, sean reguladas, porque nadie se hace cargo", cierra.