[resumen.cl] El pasado 18 de marzo, de 150 trabajadores y trabajadoras a honorarios del municipio de San Pedro de La Paz dieron inicio a una paralización indefinida por inseguridad laboral. En este contexto, el pasado 30 de abril fue desvinculada la presidenta del sindicato, Constanza Lizana Tomasevich, sin previo aviso ni notificación.

El sindicato de trabajadores/as a honorarios del municipio de San Pedro de La Paz aún sigue en conversaciones con el administrador municipal, Carlos Muñoz, por la reducción de su relación laboral en siete meses (cuando lo habitual es por 12), a causa de la crisis.

Es en este contexto que la presidenta del sindicato, Constanza Lizana Tomasevich, fue desvinculada este viernes 30 sin previo aviso, incumpliendo un acuerdo básico en el ya hiperprecarizado mundo del trabajo a honorarios.

«A los trabajadores a honorarios nos entregan carta de despido, lo que se hace generalmente es que tu jefe se acerca a ti y te dice ‘bueno, tu contrato llega hasta tal fecha y no te lo vamos a renovar’. Nosotros habíamos hablado con la administración que por un tema de respeto se cumpliera con avisarnos con un mes de anticipación. En mi caso nadie se acercó a hablar conmigo» señala Constanza en conversación con RESUMEN.

Respecto a las acciones a seguir por la movilización, la dirigenta indicó que «El sindicato está dando las instancias legales pertinentes ya que el diálogo no se abrió para nosotros, no logramos conformar una mesa de diálogo, la administración no accedió a eso pese a que lo planteamos nosotros y el cuerpo de concejales y no hubo caso. Interpusimos una denuncia en la Inspección del Trabajo, una denuncia en Contraloría, una denuncia en la Organización Internacional del Trabajo, todas ellas por prácticas antisindicales.» agregando que en el caso personal por su desvinculación, inició una demanda de tutela laboral «eso implica daño moral, reconocimiento de la relación laboral, prácticas antisindicales y algunos otros» precisa.

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«Yo espero que esto se solucione para mis compañeros y compañeras -indica Lizana-, quedar sin trabajo en plena pandemia con familias acuestas es bastante complejo y doloroso, y no sólo es una situación contractual, sino que tiene que ver con la dignidad de como nosotros como trabajadores y trabajadoras, tiene que ver con el respeto a las funciones que hemos cumplido por tantos años, con visibilizar nuestro trabajo como honorarios, como trabajadores precarios», señala enfática Constanza.

La dirigenta además hace hincapié en cuanto al estado de precarización general en que se encuentran los y las trabajadoras que boletean y que representan un sector importante de los servicios públicos «esto da cuenta de la precariedad del contrato a honorario y de la necesidad también de que exista una regulación por parte del Estado de sus trabajadores y trabajadoras que hacen funciones permanentes y esenciales dentro de los espacios públicos».

La demanda del sindicato de trabajadores a honorarios de la municipalidad de San Pedro y acoso laboral

A través de un comunicado del pasado 25 de marzo, el sindicato catalogó como sorpresiva la disminución de su contrato de 12 a 5 meses, considerando que la administración municipal les dijo que eran uno de los municipios más estables económicamente dentro de la región del Biobío desde antes de la pandemia. Asimismo, las finanzas estaban ordenadas y no existían deudas.

A su vez, el comunicado señala que el administrador municipal, Carlos Muñoz, les mencionó que los recursos deberían llegar desde la SUBDERE, por una resolución aprobada con inyección de «platas frescas» a los municipios para este año. Sin embargo, los recursos hasta la fecha no han sido liberados, por lo mismo no habrían bienes.

«Yo reitero, la administración tiene que abrirse al diálogo, no puede dejar a 150 familias sin trabajo, que además han sido trabajadores que han dado la pelea durante todos estos años de gestión municipal y, por cierto, más que nunca en pandemia» indica Lizana.

Consultada respecto a cómo afectaría su desvinculación al movimiento y a sus compañeros y compañeras, nos indicó que «Yo espero que sea la rabia y la rebeldía que necesita el movimiento para tomar un segundo aire, se unan como trabajadores y trabajadoras, y consigan ,finalmente, que se abran las puertas para conversar y buscar una solución».

Finalmente, respecto a si considera que el fin de la relación laboral se debe algún tipo de persecución y acoso laboral por parte del municipio de San Pedro de la Paz, Lizana nos afirmó que «Mi contrató terminó el 30 [de abril] y mis colegas siguen hasta mayo, lo que a todas luces es una práctica antisindical y una intención deliberada de descabezar el movimiento y de dejar a la organización sin presidenta, y eso tiene que ver con un ataque permanente y sistemático al directorio de este sindicato, pues el año pasado fue desvinculada Helena Morales que era nuestra tesorera».

«Aparte de no tener un interlocutor dispuesto a conversar con nosotros y nosotras para solucionar el problema de los trabajadores, fueron reiteradas situaciones de acoso hacia el directorio y de prácticas antisindicales» puntualiza.