[resumen.cl] Exámenes realizados a 71 estudiantes de la escuela Rosa Medel Aguilera junto al complejo termoeléctrico Bocamina de Enel, detectó 9 casos por sobre el nivel de referencia para el arsénico y 1 sobre el nivel para niquel. Estudios anteriores habían confirmado la presencia de distintos metales en suelo coronelino y en el organismo de sus habitantes.

Este lunes, la SEREMI de Salud de la Región del Biobío confirmó que estudiantes de la escuela Rosa Medel Aguilera en el sector de Lo Rojas junto al complejo termoeléctrico Bocamina I y II de Enel, presentan rastros de arsénico y níquel en la sangre.

Según informó la SEREMI, las autoridades realizaron un procedimiento de rastreo o screening de exposición a plomo, arsénico, cadmio, níquel y mercurio en 71 estudiantes de edades desde 4 hasta 14 años en el establecimiento educacional. El informe reveló que no se encontró presencia de otros metales en los estudiantes. Sin embargo, se detectaron 9 casos por sobre nivel de referencia para arsénico y 1 sobre el nivel para niquel.

La SEREMI informó que «Los resultados del screening dan cuenta de que de los 71 participantes de muestra de sangre, un 100% se encuentran bajo niveles de referencia en plomo; y que de 59 participantes de muestra de orina, el 100% se encuentran bajo niveles de referencia en mercurio y cadmio; el 98,3% se encuentra bajo niveles de referencia en níquel; y el 84,7% se encuentra bajo niveles de referencia en arsénico. De lo anterior se infiere 1 caso sobre el nivel de referencia en Níquel (1,7%), y 9 casos sobre nivel de referencia en Arsénico (15,3%)»

Con respecto a los efectos en la salud de estos elementos, la SEREMI señaló que «En el caso del níquel, la exposición crónica a dicho metal puede provocar hipersensibilidad respiratoria o dermatológica (principalmente alergias); mientras que la exposición crónica a arsénico aumenta el riesgo de presentar alteraciones en la piel, desórdenes en el sistema circulatorio y cáncer de piel no melanoma, vejiga y pulmón».

Desde hace varios años, pobladores, trabajadores del mar y recolectores, además de organizaciones socioambientales han denunciado la prolongada actividad contaminante de la termoeléctrica Bocamina I anteriormente de Endesa y hoy propiedad de Enel, como responsable de impactos en la salud y el ambiente.

Posteriormente, trabajadores han acusado que en la construcción de Bocamina II trabajadores que removieron material con asbesto habrían sido afectados severamente y que además, una cantidad indeterminada del tóxico se diseminó por la comuna.

Estudios arrojan nueva información sobre la contaminación en Coronel

En abril de 2014, un informe entregado por la PDI reportó altas concentraciones de Arsénico, Mercurio y Plomo de hasta un 274% por sobre los límites máximos permitidos en suelos de la comuna. En este escenario, la población comenzó a exigir más datos, incluyendo un estudio para determinar la concentración de sustancias tóxicas en sus cuerpos, cuestión que por mucho tiempo fue constantemente postergada por las autoridades locales.

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En octubre de 2015 había finalizado la toma de muestras de exámenes de sangre y orina a 288 niños de la comuna de Coronel. Los resultados que fueron informados en febrero de 2016, alertaron de 18 niños sobre valor de referencia en metales. Posteriormente, la SEREMI informó que habría comprobado que esta exposición sería transitoria y no crónica.

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Desde este mes de agosto se encuentra en desarrollo un screening poblacional para toma de muestras de orina para determinar presencia o ausencia de cuatro metales pesados hallados en estudios anteriores, en la población de entre 1 año hasta 4 años.