Hace prácticamente 10 años, el 6 de enero de 2013, tres importantes dirigentes de la comunidad Kurda en Paris fueron asesinados en el distrito 10 de la capital francesa.

Por Joaquín Pérez

El pasado viernes 23 de diciembre, un nuevo ataque racista se registra en el mismo distrito 10 de Paris, nuevamente en contra de la comunidad kurda exiliada en Francia.

El centro kurdo atacado había recibido desde hace semanas amenazas sin que las autoridades francesas reaccionaran, el asesino, quien reconoció el crimen, actuó con completa libertad.

En ese mismo local se estaba organizando la conmemoración del atentado del 2013, la sombra de los servicios secretos turcos (MIT) estuvieron siempre presentes y sobre el cual las autoridades francesas nunca mostraron interés en esclarecer autoría ni encontrar a los responsables. En 2013 el juicio concluyó con un ciudadano turco arrestado, Omer Guney, de 32 años, quien murió extrañamente en prisión antes de ser juzgado. El vínculo de los servicios secretos franceses (DGSE) con los servicios turcos siempre estuvo bajo sospecha.

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La presencia de agentes y recursos de los servicios secretos turcos en el Estado francés y en otros estados europeos, es de sobra conocido. Europa es otro campo de batalla en la guerra del Estado turco contra el pueblo kurdo. Este año vimos como Turquía presionó a las naciones europeas para que persigan a los refugiados. No podemos olvidar tampoco las presiones de Turquía de cara a una adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN. Las contrapartidas exigidas por Turquía son conocidas, perseguir a la militancia y a los refugiados kurdos (usarlos como moneda de cambio).

Las autoridades francesas pretenden desviar la atención del atentado, definiéndolo como racista, en genérico, invisibilizando el objetivo kurdo del ataque. En la misma calle donde se produjo el atentado terrorista se ubica la sede del Consejo Democrático Kurdo de Francia, cuyos dirigentes habían denunciado hace días a las autoridades su preocupación por las amenazas que estaban recibiendo.

Turquía es un país que busca la eliminación de las naciones minoritarias al interior de su Estado, como ya lo realizó con el genocidio armenio y hoy lo hace con el pueblo kurdo.

La comunidad kurda en Europa ha protagonizado protestas y marchas en diversas capitales europeas, especialmente Paris, lugar donde ocurrieron los hechos.

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