A fines de marzo, el ministro de agricultura, Esteban Valenzuela, concurrió hasta el valle del Itata donde conversó, en Quirihue, con diversas organizaciones viñateras y vitivinicultoras, quienes habían elaborado recientemente una carta abierta al presidente Gabriel Boric. La vendimia de esta temporada ha estado marcada por la compra de uva a precios menores al costo de su producción, generando nuevas pérdidas y agravando la ruinosa trayectoria que sufren desde hace más de una década. Este escenario determina la urgencia de sus demandas y también la preocupación por el resultado de sus recientes gestiones.
Aniceto Hevia / resumen.cl
En la reunión plantearon la necesidad de establecer precios referenciales que reflejen los valores a los cuales se vende el vino en mercados internacionales y de este modo sirvan para fijar el precio en la compra de uvas y vinos a productor. Explicaron que otras materias primas lo tienen y constituyen un instrumento básico para la regulación, pues actúan como semáforos y activan la alarma frente a distorsiones. También explicaron lo perentorio de implementar un poder de compra estatal «que compre a precios justos a productores que reflejen precios en mercado exportador». Señalaron que solo el Estado tiene la capacidad y herramientas «para competir con los gigantes que están exterminando pymes». Junto a esto demandaron la entrega de recursos frescos que mitiguen los efectos de las pérdidas sufridas por las circunstancias expuestas. Concretamente, solicitaron «en forma urgente que el Estado pueda subvencionar parte de las perdidas por hectárea, esto es 600.000 pesos por hectárea, que corresponde básicamente a gastos por insumo por hectárea, que es lo más urgente para poder continuar ciclo productivo y así evitar la pedida de empleo e ingresos futuros». Y, finalmente, le entregaron al Ministro una copia de la carta al Presidente para que pudiese hacérsela llegar, además de pedir una reunión con él.
A semanas de este encuentro, la vocera de la Coalición Nacional Viñateros de Chile, Yenny Llanos, indicó a Resumen que «hasta ahora no ha existido ningún pronunciamiento público con respecto a las temas abordados, planteados y solicitados al Ministro. Lo más curioso es que en la versión oficial del Ministerio de Agricultura, no están registrados los compromisos sostenidos por el Ministro en Quirihue con los dirigentes de las Asociaciones Comunales del Valle del Itata (Comités), la Asociación Gremial de Viñateros del Itata, las Viñateras Bravas y la Coalición Nacional de Viñateros. En la versión oficial solo aparece el lanzamiento de un plan del que nos enteramos por la prensa y donde nuestros dirigentes no fueron invitados. Esto se hizo en una Cooperativa de Quillón que se representa a sí misma y que, desde el 2015 ha recibido subsidios por al menos unos mil millones de pesos, mientras sus integrantes siguen comprando uva a productores a los mismos míseros precios que el resto de los empleados de la gran industria, además de vender el vino que producen, en su vasta mayoría a granel bajo costos de producción, aprovechando el precio de la compra uva».
En efecto, en la publicación del Misterio de Agricultura referida a la visita de su autoridad al Valle del Itata, no se hace referencia a la reunión con las organizaciones indicadas por Llanos, aunque sí se alude a la denominada "Cooperativa Cerro Negro de Quillón". En una intervención de Esteban Valenzuela, divulgada por el sitio web ministerial, se indica: "Nos hemos comprometido a generar un plan integral integrado por el gobierno regional, municipios, productores y los distintos servicios del Estado de manera de ejecutar un plan de futuro para toda la zona del vino del Itata incorporando valor agregado, turismo, practicas eficientes en el uso del agua, elementos de agroecología en la producción".
Ante la consulta por la valoración de esta declaración, la representante de viñateros/as indicó a Resumen:
«A los dirigentes sociales, comunales, gremiales que venimos de años trabajando por la defensa del sector y el establecimiento de precios justos, no nos invitaron al lanzamiento de ese plan. El plan, según la noticia, lo lanzó en una reunión previa a la de Quirihue, con productores de una Cooperativa de Quillón, que es una empresa asociativa de unos 50 productores y que anteriormente explicamos cómo funciona.
Respecto al plan, de momento es lo mismo que anunció el segundo gobierno de Bachelet y el segundo gobierno de Piñera cada vez que había movimiento de los viñateros y denuncias públicas a los abusos de mercado, avalados por autoridades de turno. Ahí aparecían los "planes integrales" con miles de millones que nunca llegaban, sólo las mismas migajas para un puñado de sujetos para con ellos hacer publicidad. Por otro lado, es lo mismo que han trasmitido por décadas: que la vinificación, el valor agregado, asociatividad, cooperativismos, etcétera. Todos sabemos después de años los resultados han sido desastrosos, solo gasto para el Estado sin impacto para el sector».
De acuerdo a Yenny Llanos, el fracaso de esta política radica en que «el cooperativismo, como las pymes, necesitan condiciones o cancha pareja para competir. No se puede fomentar algo que nace quebrado por los abusos de las grandes empresas viníferas. Lo primero es corregir las distorsiones para que todos puedan competir en igualdad de condiciones, liberar a las pymes de los abusos del pez gordo y competencia desleal, estas son condiciones necesarias para el fomento o para que las pymes puedan brillar por sí solas. Lo demás, está probado, no sirve y es un derroche de nuestros impuestos».
Para respaldar sus argumentos, la vocera rememora:
«En Maule teníamos varias cooperativas que producían sobre 20 millones de litros, las cuales han quebrado y las que quedan están trabajando para los grandes del vino como Concha y Toro y Santa Rita, pagando igual estas, una miseria a los productores. Las cooperativas de productores tienen costos reales de producir la uva y el vino, no como grandes los conglomerados del vino que no se autoabastecen y obtienen de pequeños productores el 70% de su producción a costos ínfimos, sin mencionar los fraudes por vinificación con uva de mesa y el alargue de los caldos con agua, entre otras malas prácticas. Entonces no es suficiente solamente con asociatividad , inversión seria que permita vinificar y exportar también es mandatorio asegurar la libre competencia y transparencia en mercados , cosa que está lejos de asegurar el Ministerio que ni siquiera es capaz de publicar un precio en forma oportuna y veraz. Claro, es fácil vinificar y vender un par de litros en la feria o exportar un par de botellas en un segmento de nicho ,sobre todo si Estado ha subsidiado , otra cosa es producir y vender por ejemplo los 40 millones de litros que produce el valle del Itata en año normal y los cientos de millones de litros que producen pymes en país enfrentando una competencia desleal».
A pesar de este escenario, la representante señala que «vamos a confiar en la palabra del Ministro y en el compromiso del presidente, esperamos que pronto el Ministro nos dé fecha para entrevista con el Presidente o haya anuncio sobre el avance de las solicitudes, en especial de la Cotrisa del Vino (poder de compra estatal) para terminar con esta masacre, porque este año muchos nuevamente dejarán de producir, dañando aún más las economías regionales y crisis social y económica en Chile».